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Jake и Dinos Chapman

Dinos and Jake’s Progress Plate 5

Reworked and improved etching from William Hogarth's 'Rake's Progress'

2007

Works

Etching • Hogarth


¿La “Cumbre de la Creación” o “Animal Enfermo”?

 

Guerra contra la Cultura.

Maria Rizhova, 11 de enero de 2013.

http://gazeta.eot.su/article/venec-tvoreniya-ili-bolnoe-zhivotnoe

 

 

Desde el 16 de febrero, el centro artístico de exposiciones PinchukArtCentre en Kiev (Ucrania) será la sede para la primera exhibición individual 'Pollito' (Chicken) de dos pintores conceptualistas de Gran Bretaña, Jake y Dinos Chapman.

El proyecto se gira en torno a una instalación de los artistas ‘El cúmulo de todo el mal’ (2013) que determina los temas principales de los hermanos: Holocausto, crueldad y muerte. Es un nuevo paisaje de miniaturas formado por cuatro dioramas. El proyecto está basado en los eventos históricos que tuvieron lugar en 1941 en Babin Yar, la fosa común ucraniana, donde los invasores fascistas fusilaron a más de 30 mil hebreos. Además, las obras hacen eco con tales lienzos históricos como ‘El Apocalipsis’ de Jerónimo Bosch y unos grabados de Francisco Goya.

Asimismo, la exposición que durará hasta el 21 de abril, cuenta con las esculturas de bronce de ‘La colección familiar de Chapman’, creadas a base de las mascaras etnográficas y objetos de fetiche. http://discover-ukraine.info/es/events/kyiv/kyiv/1560

 

 

Los filósofos de Ilustración (Voltaire, Rousseau, Diderot) subrayaban que la cultura resuelve el problema de la educación del ser humano, su ilustración y desarrollo. Sobre la importancia del aprendizaje de la cultura, de la necesidad de 'impregnarse de todas las riquezas de la cultura' hablaba Lenin.

Pero igualmente filósofos lejanos al Marxismo, como José Ortega y Gasset, quien pensaba que había que conservar el elitismo, crear una 'élite aristocrática', reseñaba que después de que la autoridad de Dios dejó de ser un apoyo para la organización social, la cultura ocupó su lugar. La cultura, subrayaba Ortega y Gasset, no es 'un concepto difuso', “(…) La cultura implica cultivo de las facultades más específicamente humanas, así como el del desarrollo de las mismas y la capacidad para entender y disfrutar de las relaciones mencionadas (sentido aludido en la expresión convencional “tener cultura” o “ser culto” o, mas específicamente, tener una cultura científica o clásica), pasando por el sentido holístico e historicista de “configuración espiritual” de una nación o época”.


 

Y no hay que cavar muy profundo para ver que la guerra contra la cultura (contra aquello que 'cultiva en cada persona la facultad de entender y disfrutar de las relaciones' y su 'configuración espiritual') en Rusia es “a muerte”.

Para empezar, haremos mención a una revista crítica para-cultural “ArtCronica”. Lo que llama la atención es el rating de la gente más influyente del arte contemporáneo ruso, que encabeza Vasili Tsereteli, director ejecutivo del Museo del Arte Contemporáneo de Moscú.

En el museo hace poco se exhibió la exposición de Joseph Beuys, un pintor alemán que en 1965 realizó una performance bajo el nombre “¿Cómo explicar los cuadros a una liebre muerta?”. Sobre el autor y su liebre muerta hablaremos después.

Y del rating de las “prestigiosas revistas” pasamos a un hecho realmente esclarecedor. La “obra” que se expone ahora en el Hermitage de Jake y Dinos Chapman “Fucking Hell”.

 

El objeto de la exposición son nueve vitrinas colocadas en forma de esvástica. Dentro de las vitrinas hay un mundo entero: montañas, lagos, ruinas de piedra, pasos subterráneos, las ruinas de un “McDonalds”. Todo esto está “poblado” por figuritas vestidas con uniformes nazi, figuras con formas de esqueletos y de cadáveres medio devorados. Las figuras representan escenas conocidas por todos por las películas de zombis. Los monstruos violan, torturan, desgarran en pedazos unos a otros. Según la idea de los creadores, los artistas ingleses Hermanos Chapman, esta exposición tiene que representar los horrores del nazismo.

 

¿No ha entendido la profunda idea que está en el fondo de esta creación? Entonces Ud. no entiende que es arte, y además es “partidario de los nazis”. Precisamente así respondió el director del Hermitage Mikhail Piotrovskiy a las desconcertadas preguntas: “¿Qué ha sido todo esto?”. “Nosotros hemos explicado de antemano que la exposición es antifascista, por eso, todos aquellos que protestan contra esta exposición son partidarios del nazismo (…) Si es arte o no lo es lo decide el museo. Es un principio muy importante”.

 

No menos categórico ha sido el experto en arte Alexandr Borovskiy, que ha dicho que quienes no acepten esta exposición son gente del “eterno ayer” a los que “hay que responder sin miedo: si no quiere no vaya, no mire, no deje ir a sus conocidos. Pero no moleste a los demás”.

En principio, formalmente es correcto. Si no quieres, no lo mires. Y no molestes a otros. Y de todas formas nos gustaría entender a qué exactamente nos insisten que no molestemos.

 

A esta pregunta da una respuesta exhaustiva uno de los autores de la exposición, Jake Chapman, en su entrevista a la revista “Komersant-Vlast” (que se traduce como “Comerciante-Poder”). Esta entrevista es tan interesante, que merece la pena incluir unas cuantas citas.

 

Esto es lo que dice el artista sobre el lugar que ocupa la creación artística en la Postmodernidad: “La obra no es un objeto sagrado, como muchos todavía se imaginan, es un producto para el intercambio económico como otro cualquiera. Y el arte postmodernista en general es la manifestación mas pura del capitalismo”.

Y esto es lo que dice sobre el propósito de su arte: «Si quisiéramos asustar haríamos algo que de verdad dé miedo. Pero queremos hacer reír al espectador (...) en el momento en el que se ríe, la persona deja de ser persona, y empieza ser más animal que el propio animal. El filosofo francés Georges Bataille dijo que el animal en el mundo es como el agua en el agua. Y la persona empieza ser como el agua en el agua sólo cuando se ríe”.

 

Y lo más importante: “La mayoría de las películas de terror están parasitando la moral cristiana. En ellas existen conceptos como el pecado o la salvación. Yo confío en que nosotros hemos conseguido evitar esto. No queremos dar ni la más mínima esperanza de salvación, que por desgracia está presente en las obras de muchos artistas de mi generación. Esos gilipollas de todas formas creen que su arte puede salvar el mundo. Nosotros luchamos contra esta superstición de la modernidad”.

 

Y un añadido para aquellos que intentan convencernos de que los hermanos Chapman luchan contra el fascismo o hacen algo más útil en este sentido. A la pregunta del periodista: “¿Tal vez vuestros trabajos pueden tener interpretaciones moralizadores: la denuncia de los horrores de la guerra, de la explotación sexual de los niños, peligros de la ingeniería genética?”, James Chapman responde: “El arte por supuesto existe para dar pie a distintas interpretaciones. Pero esto no quiere decir que el artista tiene que ser vago para no hacer el trabajo de entender él mismo qué es lo que hace. El arte no se reduce a las tonterías como reflexiones sobre los peligros de la ingeniería genética y otras idioteces moralizadoras”.

 

La Postmodernidad, negando el valor de la razón pone una cruz sobre la idea de la propia posibilidad del desarrollo. Y en el camino de la renuncia al desarrollo, el enemigo natural resulta ser la Ilustración, y más ampliamente la Modernidad. Algo que muy claramente dice en su entrevista Jake Chapman. Mejorar el mundo, y encima a través el arte, es una papeleta de “imbéciles”, de la “gente de ayer”, para los que el desarrollo integrado en los fundamentos de la Modernidad todavía tiene algún valor.

 

Este punto de vista se podría considerar extravagante. Pero el mayor problema consiste en que los otros, los que todavía profesan el punto de vista de la Modernidad, de repente se encuentran marginados. Ante nuestros ojos sucede una total inversión. A la cultura, la cual en la Modernidad se apoyaba en las normas, la están exterminando, armándose con conceptos de los postmodernistas. Y a todos aquellos a los que no les gusta esto, se les propone pensar en sus propia imperfección, arcaísmo y se les llama retrasados. Total, os acusan de la ausencia de la “creatividad” tan necesaria hoy en día.

 

Y la “creatividad” dicta a la vida sus normas. Ante todo, que la medida del “gran arte” según las opiniones de los postmodernistas, tiene que ser el dinero.

Pero la comercialización de la cultura solo es el comienzo. La verdadera meta es rebajar a la persona ya no al nivel del animal, sino aún más bajo.

 

“Para mi no hay una gran diferencia entre los perros y las personas”, dice la directora de arte de la bienal “dOCUMENTA 13”, Carolyn Christov-Bakargiev. En su opinión, el mundo pertenece a todas las criaturas por igual. Y los animales y las plantas también necesitan, por ejemplo, el derecho a voto, la posibilidad de recibir las satisfacciones estéticas, decidir por sí mismos sobre la necesaria cantidad de parques, lugares de paseo y de otras cosas semejantes.

 

El establecimiento de contacto entre el mundo animal y el mundo de los hombres lo pretendía el ya mencionado arriba Joseph Beuys. En 1965 en Düsseldorf hizo una exposición para la liebre muerta. Y unos años más tarde, en el 1974, vivió unos días enjaulado con un coyote.

 

En Moscú, a estas cosas se dedica el artista Oleg Kulik. En 1994 participó en una performance “Perro rabioso, o el último tabú guardado por un Cerbero solitario”. Se puso desnudo a cuatro patas, imitando a un perro, y a la hora de una de las presentaciones incluso mordió a los visitantes.

 

En el 1995 en Londres se celebró su exposición “el Misionero” en la cual Kulik leía un sermón a los peces, diciendo que antaño, Francisco de Asís leía sermones a los pájaros. Y si Ud. intenta entender este acto con preguntas racionales, como: “¿Quién es Kulik y por qué se compara con Francisco de Asís?”, inmediatamente le ridiculizarán. Porque a las “preguntas malditas”, los postmodernistas ya hace tiempo que dieron sus respuestas.

Así en el verano de 2012, en Kassel se celebró una de las bienales “dOCUMENTA 13” bajo la dirección de Carolyn Christov-Bakargiev. Uno de los temas tratados fue la posibilidad de la existencia del arte después de Auschwitz. Y como dijo la directora de la exposición, el perejil en el jardín veía lo que hacían los humanos en el campo de concentración y se aterrorizaba. Difícil decir lo que sentía el perejil, si es que sentía algo, pero los razonamientos de la directora sobre los buenos animales y plantas, y los horribles seres humanos nos remiten a una tradición muy concreta: la fascista.

 

Una de las defensoras del fascismo era la escritora alemana Savitri Devi, que se convirtió en el ídolo de los neo fascistas. El neo fascista chileno, Miguel Serrano Fernández, escribió sobre ella con pasión, que ella había captado en el Hitlerismo un potencial espiritual.

 

Savitri Devi era una apasionada defensora de los animales. En su libro “Acusación al Hombre” (1959), dice: “El hombre va a vivir y disfrutar. Todo lo demás morirá, si es dañino o inútil para el hombre, o vivirá con el único propósito de ser para el hombre de máxima utilidad; darle su carne, su piel, su pelo, sus cachorros año tras año, su leche (o su salvia, madera, corteza, todo lo que tienen). En la tierra habrá solo un dueño, la humanidad, y un esclavo: la naturaleza viva doblegada. Esta es la más repugnante perspectiva”.

El mundo ideal de Savitri Devi está “totalmente libre de todas las formas de explotación de los animales”, y será sólo un sueño “hasta que la cantidad de seres humanos en él no será reducida al mínimo”.

 

Si Ud. cree que tanto el caso de los artistas postmodernistas como el caso de la escritora, que adoraba a Hitler es algo “marginal”, no se haga ilusiones. Una de las cuestiones, que necesita un estudio exhaustivo es la actividad del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).

 

Este es un gran tema aparte, pero no lo deje, y mire en la red los anuncios del Fondo. Uno de ellos consiste en conmovedoras imágenes: la pantalla dividida en dos partes, en un lado personas, y en el otro animales. Se muestra que las personas y los animales actúan de forma similar... Aquí está tumbado un hombre medio dormido, e igual está tumbado un tigre, y aquí el ser humano y el mono abrazan a sus criás de la forma más conmovedora... Pero esto es sólo el principio. Cuando en la persona será definitivamente exterminado el deseo de llegar a las estrellas, dejará de representar un cuadro tan conmovedor.

 

Y entonces, a los partidarios del neofascismo y del ecofascismo sólo les quedará afirmar, que el ser humano es lo más feo, torpe y poco adaptado para la vida en la naturaleza salvaje, y hay que exterminarlo. Y el mundo debe volver a su estado inicial, con sólo animales y perejil.

 

¿Y en España?


La Sede Providencia realiza exposición de hermanos Chapman en Sala de Arte de AIEP

 

Coronados desde hace tiempo como estrellas y, también, como auténticos niños terribles del arte contemporáneo internacional, los hermanos Jake y Dinos Chapman protagonizan, por estos días, una exposición en la Sala de Arte de AIEP en Sede Providencia.

El montaje está integrado por una selección de las obras que el dúo realizó a partir de la famosa serie de grabados “Los Desastres de la Guerra”, trabajo en el que Francisco de Goya y Lucientes plasmó los horrores que los ciudadanos españoles experimentaron durante las invasiones napoleónicas.

Las intervenciones de la dupla de creadores ingleses consisten, básicamente, en alteraciones pictóricas de los rostros de los personajes centrales de esas escalofriantes escenas de mutilación y tortura. De esa manera, muchas de las víctimas de ejecución y tormento lucen como payasos orejones y dementes.

“Para crear esta muestra, que es bastante íntima y resulta más bien una exposición de gabinete, tuve que desarmar un libro que contenía estos grabados intervenidos y que compré, por un precio bastante conveniente, durante un viaje que hice a Londres”, explica Hernán Garfias, director de la Escuela de Diseño, Arte y Comunicación de AIEP.

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